lunes, 31 de enero de 2011

HACINAS: Datos historicos

Hacinas recibió en 1991 el Premio de Embellecimiento Castilla y León.


Este territorio, habitado desde la prehistoria, ha sido siempre una encrucijada de culturas. Los arévacos, tribu celta que ocupó estas tierras, dieron paso a la civilización romana, que extendió su hegemonía desde la cercana Clunia.
Quedan también abundantes restos de la época visigótica (eremitorios como la cueva de San Marcos, tumbas antropomorfas de piedra que pueden contemplarse al lado de la iglesia de San Pedro). Hacinas, que en el siglo X forma parte del Alfoz de Lara, se integra en el Fuero de Salas, otorgado por Gonzalo Gustios, padre de los Siete Infantes sobre los que versa el célebre romance castellano.


 En la parte más alta del pueblo se encuentran las ruinas del castillo que, edificado a principios del siglo X, fue habitado hasta el XVIII. Se conserva el pozo  y restos de los paneles amurallados. El Romancero da noticia también de la batalla de Hacinas entre Fernán González y los moros, que se saldó con victoria del conde fundador de Castilla.


La torre-campanario de Hacinas es uno de sus elementos emblemáticos. Es una espadaña natural de roca arenisca, de 20 metros de altura, con dos ventanales de arco de medio punto y la figura del Sagrado Corazón sobre ellos.


También pueden admirarse en sus calles y Plaza Mayor tres magníficos árboles fósiles hallados en el municipio, que cuentan más de 120 millones de antigüedad.


 El conjunto urbano, en el que no falta la curiosa chimenea serrana encestada (foto 4), es uno de los mejor conservados de la comarca.

La iglesia parroquial de San Pedro, cuya construcción se inició en 1630, conjuga distintos estilos y presenta un interesante pórtico de corte barroco con la figura de San Pedro sedente en su parte superior. A mediados del siglo XIX Hacinas contaba en su censo con 400 habitantes

lunes, 24 de enero de 2011

HACINAS: Situación geografica

HACINAS, UN MIRADOR A LA SIERRA La villa de Hacinas se encuentra en la comarca natural de la Sierra de la Demanda, al sureste de la provincia de Burgos. Hacinas, edificada sobre un montículo, es un verdadero mirador a la Sierra y al valle del Arlanza: frente a la villa se levanta la Peña de Carazo, fortaleza natural de impresionante belleza; también se divisa el Picón de Lara; al noreste los Picos de Urbión, nacimiento del Duero, y otras cumbres de la Cordillera Ibérica, como el Mencilla, San Lorenzo, La Campiña, Las Lagunas...


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Adyacente a la N-234 Burgos-Sagunto, la villa dista 58 kilómetros de la capital provincial.

sábado, 22 de enero de 2011

HACINAS: Cigüeñas

LAS CIGUEÑAS
 
Los Peñones con sus nidos habitados, en primer plano se
puede ver el potro de herrar, es una estructura que sirve para
herrar caballos y vacas

Estas conocidas aves, tan próximas a los núcleos urbanos animan de manera especial el entorno vital de la villa de Hacinas. Planean sobre ella, ambientan sus prados y fincas buscando recursos, colocan sus nidos en las rocas o chopos y con sus crotoreos desde el nido rompen brevemente el silencio. Constituyen un elemento más en el ambiente natural que nos rodea.

En la actualidad son 40 los nidos de estas aves situados entre nosotros. La colonia más importante de la provincia de Burgos y entre las más numerosas de Castilla y León.
Pueden divisarse 10 nidos desde la carretera nacional 234 Burgos-Soria. En ocasiones suele verse a fotógrafos tratando de coger el mejor momento de la situación desde el asfalto.


En el casco urbano nos acompañan 5 parejas a las que vemos y observamos de manera especial. 4 nidos en roca y uno en la copa de un chopo. Eso sí ninguna en la torre de la Iglesia para no crear problemas.



 Imagen del Sagrado Corazon de Jesús, acompañado a derecha
 e izquierda de sendos nidos de cigüeñas



El resto en las cercanías, de manera especial en la parte este del pueblo. Siempre se recuerda la presencia de estas aves. En 1991 había únicamente 5 nidos. Año tras año ha ido aumentando su número. ¿Cómo? De manera especial procurando facilitarlas algún acomodo: bien sean las rocas existentes ya  o podando la copa de viejos chopos existentes abundantes en las inmediaciones.
Cigüeñas en sus nidos construidos palo a palo en las
copas de los chopos.


Para esto es importante la colaboración de los vecinos hábiles en ascender
Algún año atrás hizo acto de presencia algún “ecologista de turno” que no ha vuelto a aparecer.

Los años lluviosos como éste, son más propicios para ellas: visitan charcas, arroyos, praderas y tractores que aren las fincas. El 2002 fue un año nefasto para ellas por su sequía.
 En el 1998 con 30 nidos hubo 45 crías; en el 2002 apenas pudieron sacar los 40 asentamientos 27 cigüeños. Además ya a finales de Julio inician el rumbo hacia otras tierras obligadas por la sequedad del ambiente y el terreno. Pero afortunadamente nos han visitado de nuevo.